Encías blancas

Tener una boca cuidada y sana no se limita a tener unos dientes perfectos. Las encías son, también, una parte importante de la salud buco dental y no siempre se miran detenidamente. La función principal de las encías es la protección, tanto del tejido ósea como de las piezas dentales, absorbiendo las fuerzas generadas al masticar y funcionando como barrera a la entrada de bacterias y sustancias extrañas en las zonas más sensibles del diente. Aunque son más las veces que vemos encías rojas e inflamadas, también hay personas que las presentan blancas.

Unas encías sanas tendrán un color rosado. Si tenemos las encías blancas o rojas, eso será un indicativo de algún problema de salud que se debe averiguar para evitar problemas futuros.

Encías Blancas Causas

Entre las causas más habituales para las encías blancas se encuentran tanto enfermedades bucales como patologías en otras zonas del cuerpo.

Un exceso de placa bacteriana o sarro en los dientes puede llevar a la despigmentación de las encías, pero también la candidiasis oral puede hacer que surjan placas blancas en toda la cavidad oral.

Una costumbre habitual, peligrosa si no se realiza bajo supervisión médica, que también puede volver las encías blancas es la utilización de agua oxigenada como enjuague bucal. El agua oxigenada provoca quemaduras en las mucosas y la encía se quedará con esa apariencia blanquecina.

La irritación de las encías provocada por el tabaquismo, aliado a la deficiente irrigación sanguínea causada por su consumo es otra posible causa para unas encías blancas.

Otras enfermedades, como la anemia, la esofagitis, la psoriasis o el lupus eritematoso puede tener, igualmente, como sintomatología, la pérdida del tono rosado de las encías del paciente.

Prevención, cómo evitar tener encías blancas

Para prevenir las encías blancas será necesario tener en cuenta todas las causas posibles.  Algunas no dependen, directamente, de nuestras acciones y no podemos evitarlas como tal pero algunas sí son fruto de hábitos poco saludables y que podemos revertir, no solo para tener unas encías sanas sino para cuidar nuestra salud y bienestar en general.

Así, llevar una alimentación sana y equilibrada y evitar hábitos nocivos como el consumo de tabaco puede prevenir algunas de las causas más comunes para problemas de las encías.

También una correcta higiene dental, con el cepillado adecuado y frecuente de dientes, el uso de hilo dental, un enjuague bucal adecuado y visitas periódicas al odontólogo puede ser de gran utilidad para mantener unas encías rosadas y saludables. Además, el especialista vigilará la boca y notará posibles alteraciones que se deben mantener bajo observación, solucionando posibles problemas antes de que sea tarde para ponerles solución.

Tratamiento

Las encías blancas no son una enfermedad en sí mismas sino una señal de alguna patología o molestia existente. Por lo tanto, cualquier tratamiento debe basarse en solucionar la causa del problema.

El odontólogo puede detectar un posible problema durante una revisión periódica y, si la solución no se encuentra dentro de su campo de actuación, remitirá al especialista más adecuado en cada caso.